martes, 27 de octubre de 2015

PARAGUANÁ: PENÍNSULA DE LA AMISTAD



Hermosa tierra de grandes héroes, con un camino largo por recorrer y descubrir las grandes bellezas y riquezas que posee. 

Paraguaná, está ubicada al norte del estado Falcón y en sus orígenes era una isla que se fue formando alrededor de una inmensa piedra que emergió del mar, que es hoy el Cerro Santa Ana. 

La tierra y la arena que se fueron asentando a causa de las corrientes creando la extensión de sus sabanas, que posteriormente, se unió con el continente por un istmo, básicamente rocoso, en el se sedimentaron las arenas marinas convirtiéndose en un estrecho corredor de relación que convirtió en Península aquella isla que se dice estaba habitada por los indígenas Caquetíos. 

Esta cultura indígena subsistía de la caza y la pesca, aunque también practicaban algunos cultivos como el maíz, el millo y tubérculos como la yuca y la batata. Utilizaban el algodón y otros productos fibrosos para la vestimenta y los chinchorros. 

Elaboraban casi todos los utensilios domésticos con barro cocido. De las aldeas que habitaban todavía se encuentran los nombres en los distintos pueblos como Miraca, Machuruca, Matividiro, Misaray, Guacuira. Paraguaná, tierra llena de sacrificio y gente luchadora.

Cada rincón de esta  ciudad muestra los valores creencias y trabajos donde cada uno de sus habitantes es destacado en varias disciplinas, conservando siempre las costumbres y tradiciones de nuestro pasado. Mantener el sentido de pertenencia por lo autóctono es demostrar que la historia es para la vida y tenerla siempre presente.

Entre sus historias esta la primera casa de Punto Fijo en el año 1948 se crea el municipio Carirubana que dependía del distrito Falcón, mientras Punto Fijo se convertía en una ciudad en proceso de consolidación gracias al establecimiento de las cercanas refinerías Shell y Creole. En esa época, Punto Fijo era apenas un caserío que se desarrolló vertiginosamente, por lo que era conocido como el más grande del mundo; tenia emisoras radiales, el Diario Médano, institutos de educación primaria y centros privados de enseñanza del bachillerato hasta que en 1959 recibió en su conjunto urbano al núcleo de la Universidad del Zulia.


Este acelerado crecimiento motivó a la Cámara de Comercio de Paraguaná, bajo la presidencia de Joffre Paúl Játem, a promover la constitución del comité para el nombramiento de Punto Fijo como distrito, lo cual se concretó parcialmente mediante la reforma de la Ley de División Político-Territorial  del estado Falcón, aprobada por la Asamblea Legislativa Regional el 12 de diciembre de 1969 con la creación del distrito Carirubana, capital Punto Fijo, incorporando a Carirubana, Punta Cardón y Santa Ana.

Cuenta con grandes monumentos que adornan su paisaje de los cuales la Curva de Sabino es la que indica la entrada a Punto Fijo y es uno de los principales puntos de referencia para el viajero. Emplazado en una redoma, el monumento de la curva Sabino es un homenaje a la actividad refinadora del occidente de la Península, por ello está conformado por estructuras como tanques, tuberías y materiales que recuerdan por sus formas, al Complejo Refinador Paraguaná


Asimismo, el Monumento Natural Cerro Santa Ana,  con una flora y fauna encantadora, mitos y leyendas que se esconden en el gran pulmón de Paraguaná. Es un sitio donde puedes apreciar la naturaleza y respirar un aire fresco, limpio y conservado. Además, es ideal para ir de excursión con familiares y también, cuenta con personas de la comunidad que son los guías ideales para comenzar una larga travesía que sin duda es maravillosa.




Las riquezas culturales aún se conservan en perfectas condiciones a pesar de los largos años. Una muestra es la Catedral Nuestra Señora de Coromoto.

La primera piedra de la constitución del templo fue colocada el 19 de agosto de 1947Fue elevada a parroquia el 8 de septiembre de 1951por parte de la Compañía de Jesús. La fachada principal de la Catedral está orientada al sur, hacia la calle Comercio, en tanto que la torre del campanario ocupa la esquina más importante del centro de Punto Fijo. Cabe destacar, que fue el primer templo construido en la ciudad.

La Iglesia Nuestra Señora De Santa Ana es patrimonio, y  su fundación data de finales del siglo XVII  o comienzos del siglo XVIII, como templo de adoctrinamiento para impartir la enseñanza religiosa a los indígenas caquetíos que vivían en Santa Ana. Fue la primera iglesia edificada en Paraguaná.   






Existen en algunos municipios varios automóviles que son conservados como testimonios del paso de la Paraguaná rural a la citadina e industrial. Algunos de estos vehículos automotores se empelan todavía como atracción en eventos y festividades.


En la calle Guaicaipuro de Santa Ana de Paraguaná, la familia García posee un antiguo vehículo marca Mercedes Benz, modelo 1972. Tiene dos puertas, un compartimiento y su parte posterior es negro. Actualmente es utilizado como carro de alquiler para fiestas, por lo que es conocido por la comunidad. 



La mayor parte de los caseríos y poblaciones aledañas a Punto Fijo, Santa Ana y Judibana, se localizan en áreas rurales en las que la electricidad es un servicio de reciente data. De ahí que se atesoren piezas de una antigüedad inusual y debido a las fallas en el suministro eléctrico sus pobladores continúan alumbrándose con lámparas de kerosene y gasolina. 

Samuel García por ejemplo, en el caserío Misaray, posee dos lámparas de gasolina, de color azul y en buen estado de conservación a pesar de los cincuenta años que tienen de funcionamiento y sigue usando para iluminar la casa.



También, los baúles, se trata de muebles utilitarios muy comunes en las casas de muchas de las familias venezolanas y que hoy conservan como parte de los elementos decorativos. Son piezas en forma de cofre, generalmente realizados en madera, en diferentes tamaños y con tapa, utilizados para guardar cosas, aunque en el pasado se usaban para el traslado de equipaje de viaje.

Estos objetos representan una particular significación para los pobladores de ambos municipios de Paraguaná.


Sin duda, Paraguaná se caracteriza por sus ideales y paradisíacas playas donde cada turista que visita la Península se lleva un grato recuerdo por tantos sitios turísticos que hay por descubrir.


La playa Manaure es uno de los puntos de contacto directo con el mar que tienen los habitantes de la Comunidad Cardón, localidad implantada en la planicie que domina el acantilado a cuyo pie se encuentra el mar. Además, el Balneario Barracoy, se trata de un sitio turístico caracterizado por ser el escenario de una singular unión de las amarillentas aguas del golfo y las corrientes provenientes de la playa La Botija. Esta playa cuenta con una vista a la Refinería de Punta Cardón, integrante del Centro Refinador Paraguaná.



Los distintos platos típicos son el aliado perfecto para degustar el paladar, variaciones de dulces son los exquisitos postres para cada ocasión. Siempre se hacen presentes en cada lugar donde nos visitemos. Sin embargo, por ser Punta Cardón una zona costera, la mayoría de sus platos tienen como ingrediente principal el pescado ya sea en sopa, frito o asado y entre las especies más comunes se encuentra tajalí, jurel, pargo y carite.



Entre los dulces y postres se encuentran la Paledonia, que forma parte de la gastronomía. Se obtiene empleando panela de papelón, mantequilla, huevos y soda, mezclando todos los ingredientes se lleva al horno por veinte minutos y luego se disfruta de un sabor extraordinario y original que solo en Paraguaná existe.

Una dulcera destacada es la señora Carmen Rosa García, quien nació el 23 de marzo de 1954. Desde la edad de treinta años y como una forma de incrementar sus ingresos, empezó a trabajar en su casa elaborando dulces de coco, ajonjolí y maní, que luego distribuía en varias panaderías de la ciudad de Punto Fijo. Actualmente vive en Santa Ana de Paraguaná y continua trabajando en la preparación de exquisiteces.





En cuanto a la artesanía, los habitantes de Paraguaná con sus creativos y diferentes trabajos son reconocidos. Silvia Dávila de Manaure, cultura. Nació en Tacuato el 29 de marzo del año 1952. Se mudó a Santa Ana en el año 1976, cuando contrajo matrimonio con Dámaso Manaure. Esta artesana de vocación aprendió a los nueve años de edad a tejer gracias a las enseñanzas de su madre, quien hacia apalgatas, hamacas en telares y ganchillo.


Conjuntamente, Luisa Ocando nació el 26 de agosto de 1915 en la población de Chichiriviche estado Falcón. A los veinte años llegó a la población de Carirubana  y durante trece años trabajó de Avencasa, tuvo cinco hijos y luego de un accidente en el trabajo se incapacitó y se retiró de la empresa. A raíz de eso empezó a elaborar muñecas de trapo lo cuales resultaban ser muy llamativas pues donde identificaba a las representaciones de personajes como Simón Bolívar, Alí Primera  Manuelita Sáenz y otros héroes que salían de sus talentosas manos.



Algunas de las calles de Paraguaná tienen sus historias, así como lo es la anteriormente llamada calle Catedral, este paseo, que conduce a la Plaza Bolívar y a la iglesia Nuestra Señora de Santa Ana, disfruta de una fenomenal vista al Cerro Santa Ana. Es conocida como la calle de los murales con motivo de las grandes pinturas realizadas en el año 2002, sobre las paredes perimetrales del recorrido

Los murales allí plasmados exaltan los valores naturales, arquitectónicos, culturales, religiosos y deportivos, no solamente de Santa Ana sino de otros pueblos de la Península.


La fauna de manera más factible la tiene el Zoológico Gustavo Rivero, con una representación importante de las más variadas especies de animales del país y en sus instalaciones nació el primer oso frontino en cautiverio en el año 1996.

Este parque ambiental ubicado en la comunidad Cardón, mantiene una laguna artificial en la que conviven caimanes con las aves zancudas, así como veredas, jardineras, bancos de metal y concreto, luminarias y muchos árboles que le confieren mucha frescura al lugar.


Por otra parte, la cría de ganado caprino que incluye chivos y cabras, es una actividad autóctona extendida por buena parte del estado Falcón. Se hace tradicionalmente en los patios y adyacencias de las casas.  Por lo general, se encierran a los animales en corrales hechos con palos de cardón y en algunos casos con alambre de púas. Temprano en la mañana se sueltan los chivos para que puedan pastar donde encuentren alimento. La jornada termina con el regreso de los animales al corral.






Los cultivos frutales, son súper dados en el pueblo Maitiruma, ubicado al este detrás del Cerro Santa Ana, se cultiva melón y patilla de calidad. Los productos de esta actividad se venden en los estados Carabobo, Táchira y Distrito Capital. Estos cultivos se realizan en tierras donde se ha mantenido esta actividad por generaciones. En algunas familias se ha convertido en la fuente de empleo para muchos pobladores de las localidades circunvecinas.



Un lugar histórico de orígenes Caquetío es la plaza Bolívar de Santa Ana. Está relacionado con la Iglesia Nuestra Señora de Santa Ana, templo que data finales del siglo XVII o principios del XVIII. Según cuentan sus habitantes más antiguos, que anteriormente la plaza era de alambre y estaba bajo el cuidado de Víctor Tremont, quien cargaba agua de un estanque para regar las plantas.


En el centro la plaza presenta un busto de Simón Bolívar que descansa sobre un pedestal de granito. Presenta además, numerosos bancos, faroles y árboles. Es el principal recinto urbano de esta localidad, y es usado por la comunidad como lugar de esparcimiento, así como centro para reuniones culturales, eventos y actos escolares.



Paraguaná, tierra de tradiciones, con personajes que han dejado huellas en el quehacer artístico intelectual que forman parte de la historia bonita de la Península.

Esta es Paraguaná, la que orgullosamente se convierte por medio de sus sentimientos sublimes en custodia de sus bienes más preciados. Somos paraguaneros caminantes que a pesar de las dificultades nunca nos detenemos para luchar por nuestras raíces.




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